Siempre Humilde

Texto bíblico: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” (Miqueas 6:8, RVR1960)


Una exhortación divina

El profeta Miqueas nos recuerda que Dios no demanda sacrificios vacíos ni rituales externos. Él no busca holocaustos ni apariencias religiosas. Lo que el Señor pide de nosotros es sencillo pero profundo:

  • Practicar la justicia,
  • Amar la misericordia,
  • Y andar humildemente con nuestro Dios.

Practicar la justicia

La justicia no es solo un concepto legal; es vivir rectamente delante de Dios y de los hombres. Es actuar con integridad, ser personas transparentes, no buscar hacer daño ni aprovecharse del débil. La persona justa es aquella que refleja el carácter de Cristo en cada decisión.


Amar la misericordia

El amor se demuestra en acciones de bondad. Amar la misericordia significa aprender a perdonar, ser compasivos, extender la mano a quien necesita y reflejar el corazón generoso de Dios. Quien ama la misericordia siembra paz y recoge bendición.


Caminar humildemente con Dios

La humildad abre puertas que el orgullo jamás podrá tocar. Cuando caminamos humildemente con el Señor, Él nos guía, nos sostiene y nos permite ver Su gloria manifestada en nuestras vidas. La humildad no nos resta, al contrario, nos conecta con la grandeza de Dios.


Oración

Padre celestial, gracias por tu Palabra que hoy nos exhorta y nos recuerda lo que realmente pides de nosotros. Ayúdanos a vivir en justicia, a amar la misericordia y a caminar cada día en humildad contigo. Que nuestra vida sea un testimonio vivo de tu gracia. En el nombre de Jesús, amén.


Pensamiento final

La gente que practica la justicia, ama la misericordia y camina en humildad con Dios, es la que ve Su bondad en cada área de su vida. Elige hoy la humildad, y verás la mano de Dios obrar de manera poderosa.